Orlando Vera Cruz en Bigand.

Viernes 05 de Junio
El tremendo encanto de un cantor popular.

Recta final en los festejos por los cien años. Gente yendo y viniendo por las calles del centro. Varias decenas de autos que bordeaban la plaza. Frío. Las butacas ocupadas en su totalidad, sillas detrás, gente de pie. Lleno total dijo alguno mientras se produjo el silencio y se bajaron las luces. Llegaba así -con tremenda puntualidad, contrariamente a la tradición bigandense- la voz de Orlando Vera Cruz, una voz que también contrariamente a lo que sucede con otros cantantes (algunos de muchísima menor valía) duró en escena la friolera de cuatro horas. En su acertada costumbre de mantener estrecho contacto con su gente, el santafesino se dio en un todo para deleite de la platea, centenares de coterráneos que pudieron disfrutar de su mensaje en un mano a mano, en un ida y vuelta, interactuado si se quiere. Subiendo y bajando varias veces la escalinata con la que se trepa al escenario, caminando y cantando cerca de su gente, no hizo más que revivir lo que ocurre cada vez que se entrega a su público: aplausos y pedidos de bis brotaban sin cesar en reconocimiento al artista que tan bien nos representa como santafesinos.
Este Orlando, siempre comprometido con el mensaje de su canto y evidenciando la enorme preocupación por la notable despersonalización nacional que sufre Argentina, es sin duda un cantor con fundamento, porque sabe lo que canta, porque testimonia lo que dice y por sobre todas las cosas está a la vista que ama a su tierra profundamente.

La voz, la guitarra y el decir de Orlando Vera Cruz esa noche de principios de Junio en el teatro San Martín de Bigand no fue mas que un verdadero testimonio de que pasó por nuestras tablas alguien que representa a la cultura nacional llevando un mensaje artístico cargado de emoción y sabiduría regional, un mensaje que transita por los hechos cotidianos para llegar a toda la familia y lograr plasmar el fenómeno que, quienes tuvimos la suerte de compartir ese momento sabemos que aconteció en el viejo cine de nuestro centenario pueblo.